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"Verso y Color" en La Habana

Reflexiones en torno al
“Congreso Lectura 2005
”,

celebrado en La Habana, Cuba,
del 24 al 29 de octubre de 2005.

Llegué a La Habana con los vientos huracanados del Wilma. El aterrizaje fue perfecto, a pesar del susto, que fue bastante grande.
Recorrí mis primeras calles de La Habana con asombro y algo de miedo.
¡Todo tan distinto!... ¡Todo tan bello!... La belleza de lo antiguo de cara a lo moderno Las enormes columnas del “Portal” del Hotel, sus bellísimos espejos, las palmeras, los sillones que me recordaban a los de la casa de mi abuela, el silencio de los pasillos, las altísimas paredes...
El rumor del viento, el permanente rumor del viento que minuto tras minuto se tornaba más fuerte... El vibrar de los vidrios de las ventanas...
Era estar en otro mundo...
Pero hubo lazos cálidos de personas, como yo, recién llegadas: de Guatemala (Marta), España (Liliana), Portugal (María José), Bolivia (Gaby), Canadá (Edith)...
Y otros de Cuba, que no se olvidarán nunca: Esperanza, Mairovis, Isis, Pedro, Emilia.

Cada día que pasaba me llegaba más hondo La Habana.
El bullicio de las calles, la espontaneidad de la gente, el olor fuerte del aceite, el ruido inconfundible de los autos de los ’40 y ’50...
El rumor del viento agitando esas inmensas copas de los árboles...
Las callejuelas empinadas, las veredas antiguas, los muros antiguos, las escalinatas antiguas, las casonas descascaradas y antiguas... Pero igualmente, tan bellas...
Los viejos campanarios y las viejas torres de los edificios más altos...
Las ventanas eternamente iluminadas, la ropa colgada... Los balcones con ancianos y con plantas... Las hermosísimas fuentes con tortugas y peces...
De noche, miles de lucecitas encendidas... El viento ya en calma, la frescura de las calles siempre muy transitadas... El encanto de los faroles bajo el cielo estrellado...

El mar por todos lados, por los cuatro costados...
Al fondo, hacia el sudeste, unos enormes peñascos donde rompía el oleaje...
Esa vista tenía desde la ventana del sexto piso de la cual yo observaba...
La belleza de los amaneceres... El disco naranja resaltando en un fondo palidísimo...Algunas nubes cubriéndolo, algo de bruma sobre los primeros rayos...
Luego, el cielo se aclaraba. Quedaba de un celeste intenso.
El calor de la siesta... Y siempre el viento...
La belleza de los atardeceres... El disco naranja estallaba entre apenas unas pocas nubes opacas... Lo cubrían por momentos... Luego, un pálido celeste... Y un rosado tenue... Y toda la calma...


Sí: cada día y hora que pasaba me llegaba más hondo La Habana. Y en ese entorno, en la hermosa y cálida tarde del Jueves 27 de Octubre de 2005, a las 16.30 hs., aproximadamente... presenté mi PONENCIA.
En el “Salón Solidaridad”, en el segundo piso del Hotel “Habana Libre”. .
¡ “VERSO Y COLOR” había llegado a La Habana! Parecía increíble...
¡Cuántas cosas habían pasado desde aquella primera Muestra de “VERSO Y COLOR”, en Mayo del 2000, y desde la Presentación del libro, en Octubre del 2002, hace exactamente tres años!...
Pero sí: “VERSO Y COLOR” estaba en La Habana. En un “Congreso Internacional”, con la presencia de escritores, editores, docentes, periodistas, bibliotecarios, ilustradores... De una veintena de países.
En fin, un evento importantísimo, a nivel cultural, en una ciudad y en una tarde que, para mí, serían inolvidables...
Comencé a hablar un tanto nerviosa, pero la atención y la calidez con que me escuchaban, las sonrisas de algunos de ellos cuando leía mis versos, me tranquilizaron. Estuve muy a gusto y sentí que lo mío les llegaba... Varias personas me dijeron posteriormente que mis poemas los habían conmovido hasta las lágrimas...
Habían tocado su sensibilidad y los habían emocionado...
Eso, era lo máximo que podían decirme: llegar, emocionar, conmover... hasta las lágrimas... Es lo máximo que un poeta puede hacer...
Compartir mis sentimientos y mis vivencias con los demás... Acortar las fronteras, derribar las diferencias de país o nacionalidad, sentirnos hermanos en el dolor, el amor, los sueños y la ilusión...
Ésa es la magia que poseen los versos...
Ésa es la magia que transmiten los versos...
Ésa es la magia que sienten los que, como yo, aman los versos...

  • “VERSO Y COLOR” llegó a La Habana. .
  • "VERSO Y COLOR” emocionó en La Habana.
  • “VERSO Y COLOR” conmovió en La Habana.

Eso era mucho más de lo que yo jamás me había imaginado. Agradecí a Dios por haberme permitido vivir tan profundas emociones esa tarde. Y por haberlas compartido con un bellísimo grupo de personas, con las que dialogué amigablemente durante casi una hora.
Agradecí, sí, por tanto cariño y afecto recibidos.
Mi trabajo, mi esfuerzo, mi dedicación, habían sido reconocidos.

Mi viaje, a pesar del huracán, del miedo y de la inquietud, no había sido en vano. Muy por el contrario, había sido la mejor decisión que podía haber tomado.

  • “VERSO Y COLOR” en La Habana.
  • “VERSO Y COLOR” se despedía de La Habana con el sabor del mar, del viento, del aceite y de la sal... Con el eterno sabor de la amistad...
  • “VERSO Y COLOR” había realizado el sueño de asistir y de participar en semejante evento Internacional: el “Congreso Lectura 2005: Para leer el XXI, Por una Cultura de Paz”.
  • “VERSO Y COLOR” se despedía de La Habana con mucha nostalgia y con mucho agradecimiento por todo lo recibido allí.
  • “VERSO Y COLOR” se despedía de La Habana con una gran riqueza en el alma: el amor, los sueños y los versos eran compartidos ahora con tantos nuevos amigos que el corazón casi me estallaba...

Estalló, al fin, al llegar aquí y se desgranó en éstas un poco deshilvanadas palabras...

Las entrego a quien tenga el alma tan desbordante de tibios recuerdos y de esperanza como yo...

            
* LILIANA ESCANES *

Bahía Blanca, Argentina, 4/11/2005

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